Hubo un tiempo en el que brilló delante de las cámaras y fue considerada una de las mujeres más sexys de Hollywood. Aquello fue hace más de una década. Megan Fox se convirtió en la gran estrella de la saga ‘Transformers’ y tuvo que hacer frente a un problema que ya había vivido en la adolescencia: la sexualización de su cuerpo. Sí, lo que muchos describían, como ya hemos apuntado, como sexy, para ella era regresar a una mala experiencia.
Tenía 15 años y fue Michael Bay quien colocó a Megan bailando, con tacones y un sombrero de ‘cow boy’, y tan solo con un bikini con la bandera de Estados Unidos, bailando debajo de una cascada. Aquella imagen, evitando poner a una menor detrás de la barra de un bar, la convirtió en un mito. Pero le causó un fuerte lastre psicológico.
Quizás el mismo que provocó que algunos de sus compañeros de ‘Transformers’ la definieran como «insufrible» en los rodajes. O que otros tantos no pusieran en valor su trabajo y la calificara como una simple actriz porno dedicada al mundo de la industria del cine convencional.
Adelantada al #MeToo
Aquellas palabras fueron vertidas en un comunicado por parte de los productores de la saga, aunque muchos sospecharon siempre que eran palabras salidas de la cabeza del director, Michael Bay, ya que se produjeron para justificar el despido de Megan de la tercera entrega de ‘Transformers’ tras asegurar que el cineasta era «como Hitler». Unas declaraciones que provocaron que esta fuese sustituida por Rosie Huntington-Whiteley.
«Cuando está delante de la prensa, es la reina de sacar mierda del rodaje y de posar como una auténtica actriz porno. Y sí, tuvimos tiempo de verla intentar actuar en el rodaje y es bastante vergonzosa. Considerar la posibilidad de dedicarse al porno sería una buena opción», se podía leer en ese documento muy duro contra ella. El mismo que supuso el inicio de una campaña en contra de ella que provocó que su imagen se difuminara con el paso de los años.
Eso sí, hubo quien salió en su defensa. Su compañero Shia Labeouf la describió en una entrevista como una especie de adelantada a su tiempo. Una precursora, sin saberlo, del #MeToo. Unas declaraciones con las que contextualizaba lo que había vivido Fox y que podría haberle llevado a tener ese carácter más duro. Hasta que se cansó de que se usara su cuerpo como reclamo y le costó estos años de travesía por un desierto mediático.
Michael rueda a las mujeres con la actitud de un chaval de 16 años salido
Shia Labeouf
«Megan desarrolló una especie de fortaleza a lo Spice Girl, un empoderamiento femenino que la hacía sentir incómoda trabajando con un director que muchos consideran lascivo. Michael rueda a las mujeres con la actitud de un chaval de 16 años salido y creo que Megan nunca se sintió a gusto con eso. Cuando Mike le pedía posturas concretas, no había tiempo para ser delicado, el rodaje va muy deprisa. Y Mike no tiene ningún tacto, no tenía tiempo para pedirle cortésmente que por favor arquease su espalda 70 grado», explicó Shia, que fue de los pocos que rompió una lanza a su favor.
Una nueva Megan
Ahora, Fox estaría despegando de nuevo. Con una nueva imagen, eso sí. Ya no es la joven que cedió a esas utilizaciones y manipulaciones. Megan tiene 34 años, tres hijos y acaba de anunciar su divorcio de Brian Austin Green. Parece ser que tras caer en los brazos de Machine Gun Kelly. Porque aunque su exmarido ha negado que un tercero en discordia haya tenido la culpa, lo cierto es que, semanas después, la prensa norteamericana mostraba imágenes que hacían sobrevolar, de nuevo, la sombra de una nueva relación para ella.
Sea como fuere el tema de sus sentimientos y su vida privada, Fox tiene cuatro películas en la rampa de salida (y dos más en preproducción). Cuatro. Se dice pronto. Y no parecen estar destinadas a quedar deslucidas, sino a ser cintas de las que dan que hablar y que pueden poner a Megan, de nuevo, en el escaparate internacional después de años de apariciones intermitentes y poco brillantes.
La primera de ellas, ‘Rogue’, debe estar a punto de lanzarse, y también este 2020 debería llegar a las salas ‘Big Gold Brick’ (con Andy García). Aunque, quizás, precisamente porque allí coincidió con Machine, la que más morbo y expectación despierta es ‘Midnight in the Switchgrass’, en la que comparte protagonismo con Bruce Willis y para la que tendremos que esperar hasta el próximo año.
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