Poco a poco, como todos, ‘El Hormiguero’ comienza a recuperar la normalidad. Ayer, Cristina Pedroche (que ha perdido a su abuela esta cuarentena) regresaba a ese plató que, durante los últimos tres meses, ha tenido tan solo a Pablo Motos y al personal imprescindible para realiza el programa. La vallecana se sentaba en la mesa junto al propio presentador, Cristina Pardo y Santiago Segura.
Pedroche llegaba con fuerza, contando detalles de su vida privada. Explicando, por ejemplo, como ella siempre era quien daba el primer paso para acercarse a un chico, y no al revés (por increíble que parezca), y terminaba desmenuzando esa boda íntima y secreta que celebró con Dabiz Muñoz en otoño de 2014.
¿Por qué eligieron esa fórmula en vez de una celebración por todo lo alto, a bombo y platillo, como otras parejas de famosos? «Yo creo que eso es lo más romántico. Hay veces que veo bodas tan grandes, tanto vestido, que veo que no… veo que los novios al final no lo disfrutan, yo solo quería disfrutar de mi marido», era la respuesta.
Trataron de darle normalidad. De dotar del mero hecho de una formalidad al paso que acababan de dar. Por eso, al día siguiente, continuaron con su rutina: «Él se fue a Diverxo y yo me fui a trabajar, porque cuando el amor es de verdad no necesitamos hacer una fiesta».
Eso sí, ofrecieron la exclusiva y sacaron un dinero de ese acto tan discreto. Unas fotos en portada de la revista ‘Hola’ que fueron acompañadas de una entrevista en la que ella decía con rotundidad que, desde el momento que se vieron, sabían que lo suyo acabaría en matrimonio. Uno del que presumen, siempre que tienen ocasión, en la redes sociales desde aquel día mágico.
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