A mediados de la década de los 90, Lady Di recibió un regalo que le gustó hasta el extremo de querer enseñárselo al mundo entero. Podría haber quedado en un detalle abierto en la privacidad de palacio, pero la princesa de Gales quiso que supiéramos que Madame Bernadette Chirac, la esposa del que era entonces el primer ministro francés Jacques Chirac, había pedido a la casa Dior que crearan un bolso pensando en ella. El presente, icónico, femenino, coqueto y décadas después igual de actual, llevaba anexo no solo cuatro letras con forma de charm, sino un nombre: Lady Dior. ¿Casualidad? Por supuesto que no.
Si la madre del futuro Rey de Inglaterra acudió a él con cada traje de falda de color que se le antojó por ser negro y perfecto, este verano más de una hará lo propio cambiando la americana por una camiseta de algodón; la falda de tubo en crepé por una denim de las que supera la medida de la rodilla y en lugar de capazo o bolso de rafia, otro Lady Dior. Eso sí, si el de los 90 desprendía el mítico brillo que se le otorga a la piel, el de 2020 tiene tiene la misma magia pero otra peculiaridad: es mate.
© Cortesía Dior
Bolso Lady Dior, de Dior. COMPRAR
Mate al completo. Monocolor. Como si un pincel hubiera cubierto cada milímetro de la pieza sin llegar nunca al paso final del barniz y cualquier detalle, por mínimo que fuera, no hubiera tenido elección a nada. Ni siquiera los herrajes o los cierres que se presuponen dorados en la mayoría de los casos. Todo igual, camuflado bajo la firma de Dior y a la vez, destacando por encima de cualquier otra tendencia supuestamente más propia del periodo compendido entre junio y septiembre al menos en esta parte del mudo.
Que el yute o incluso el vinilo es sinónimo verano lo teníamos claro desde hace décadas, pero que la falta de lustre lo es del verano de 2020 nos lo ha dicho Dior con su última colección.
© Cortesía Dior
Bolso 30 Montaigne, de Dior. COMPRAR
Tan deliciosa que nos recuerda con sus colores a un mostrador de helados esperando ser servidos sobre crujientes barquillos hechos artesanalmente, Ultramate es el nombre con el que la Maison ha bautizado su última virguería, pues bajo un mismo techo encontramos los bolsos más míticos de los últimos años teñidos todos de colores que aunque pulidos o perfectos, no desprenden luz. Lo que decíamos, una delicia.
Los clásicos que compiten entre sí haciendo que la wish list estival sea más compleja y amplia que nunca son el Lady Dior favorito de Lady Di y su versión pochette rectangular con cadena para poder llevarlo en la mano, al hombro o cruzado; el Saddle como bolso de mano y de hombro, riñonera y cartera; y cómo no, el 30 Montaigne, la bandolera con mayúsculas.
© Cortesía Dior
Bolso Saddle, de Dior. COMPRAR
La definición de elegancia y atemporalidad la ha vuelto a escribir Dior con esta colección singular revestida de los nuevos y viejos colores del verano -blanco, rosa, gris, verde y azul-, todos empolvados y rematados por una brocha mágica.
Esta vez Lady Di elegiría un traje negro y lo combinaría con un Lady Dior rojo. No hay duda.
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