Cada año en el mes de junio, la reina de Inglaterra celebra su cumpleaños por todo lo alto en las calles de Londres. A pesar de que su aniversario es en el mes de abril, desde hace décadas, Isabel II festeja esta fecha en los meses de sol. En este homenaje, un gran desfile de soldados, rodeados de fanáticos y seguidores de la realeza británica que se acercan a verles, le rinde homenaje en una gran pasarela que alberga muchas de las calles más reputadas de la ciudad londinense. También en este día muchos de los miembros de la familia real desfilan sobre carrozas y se acercan en este medio de transporte hasta el Palacio de Buckingham, para dar el broche final a la celebración saludando en una familiar estampa desde el balcón.
Pero este año, debido a las circunstancias que atraviesa el mundo por la Covid-19, la celebración de este cumpleaños ha sido muy diferente al tradicional desfile militar. La reina de Inglaterra está cumpliendo las exigencias de la cuarentena, por lo que la ruta y la organización del desfile ha tenido que cambiar su planificación. Ayer fue, desde el año 1955, la primera vez que se cambió el lugar de su puesta en escena.
Los Welsh Guards, el Regimiento de Infantería Superior de Gales, desfilaron frente a la reina en las afueras del Castillo de Windsor acompañados de la banda de música de House Hold Division. El espectáculo, aunque mucho más sobrio que otros años, fue espectacular y el despliegue de soldados enorme.
A pesar de que el distanciamiento social ha impedido que la reina estuviera acompañada de su familia, nada le ha dificultado la celebración de esta fecha tan marcada en su agenda. Una celebración diferente que, seguro, pasará a la historia.
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