Primero salió a la luz la nueva relación de Diego Matamoros. Unas fotos en las que se besaba a plena luz del día, en una terraza en Madrid, con Carla Barber, confirmaban el que se ha convertido en uno de los romances de la cuarentena. Días después, se conocía que su exmujer, Estela Grande, también ha encontrado el amor. En su caso, en el futbolista de las categorías inferiores del Getafe Juan Iglesias.
Con estos dos románticos comienzos, se cierra de un portazo la posibilidad de una reconcilación sobre la que se había rumoreado, sobre todo, después de conocer el acercamiento entre ellos cuando Diego enfermó de coronavirus y Estela estuvo pendiente. Esta llegó a sentenciar que su ya ex había dejado caer que le gustaría que se dieran otra oportunidad.
Pero no. Cada uno ha tomado su camino separado del otro. No solo eso, sino que en una decisión drástica y acorde a los tiempos digitales en los que nos movemos, ella ha borrado sus fotos juntos en Instagram. Una manera muy contundente de dar carpetazo a todo. De poner el punto y final que comenzaba a dibujarse con la entrada de ella a la casa de ‘GH VIP 7’ en septiembre y ese tonteo más que evidente con Kiko Jiménez.
Estela tan solo ha dejado en su perfil las fotos que atienden a razones publicitarias o relacionadas con el ámbito profesional y en las que aparece sola o con sus amigas. Una muestra manifiesta de que ha olvidado a Diego. O, al menos, de que quiere enterrar los recuerdos visibles de un matrimonio que ha saltado en mil pedazos.
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