Bautizar una prenda con un nombre propio de mujer no es nada nuevo, pero sí algo que asegura un alto porcentaje de éxito y mucha inspiración. Uno de los bolsos con mayor lista de espera de la historia tomó su nombre, y realmente su diseño, después de que Jane Birkin (¡quién sino!) se sentara en un avión de manera fortuita, y junto a su inseparable cesto de mimbre, al lado de Jean-Louis Dumas, presidente entonces de Hermès. Él, atónito ante el accesorio que llevaba la actriz, quien aseguraba que todavía no había encontrado un bolso que satisfaciera sus necesidades, le propuso crear uno juntos con la capacidad suficiente como para transportar su casa si hiciera falta. Aquella idea se materializó convirtiéndose en un icono, y le puso su apellido. Boom.
A la criatura fantástica que el empresario y la actriz crearon juntos a mediados de los años ochenta le siguieron y precedieron otras tantas. Christian Loubuotin o Jimmy Choo pusieron nombres de mujer a sus modelos icónicos, y a este lado del mundo, el mítico zapatero español Pedro García también. ¿Por qué? Seguramente porque pensaban en ellas en cada uno de sus trazos, porque ellas eran y serán sus musas o porque un bolso o unas sandalias en manos de cualquier fémina es infinitamente más que un mero objeto.
El verano de la calma y de la vida en stand by es también el de los shorts deportivos y los pantalones holgados. La comodidad hace semanas, sino meses, que se apoderó de todo y benditas todas nosotras que supimos montarnos y surfear la ola y a la vez darle forma de tendencia. En este impass en el que los tacones descansan tranquilos hasta nueva orden y los paseos son más necesarios que nunca, las sandalias con las que hacerlo son clave y estas con una anatomía estudiada son las perfectas.
Por supuesto, tienen nombre femenino. Se llaman Anita, son de Pedro García y con o sin amigas en común van a convertirse en tus best friend forever. Es verlas y querer llevarlas, y su poder de atracción reside ni más ni menos que en su minimalismo de origen japonés, en su suela plana pero no ultra plana y en su sutil acolchado, diferente al que Bottega Veneta puso de moda el otoño de 2019, pero igual de hipnótico.
Con una planta anatómica forrada en piel y una suela antideslizante, las Onsen flip-flop españolas son las todoterreno más elegantes del verano. La tendencia superada y dada la vuelta, las que te pones un 9 de junio como hoy y no te quitas, mínimo, hasta octubre.
Favoritas de las reinas del street style que las combinan como Linda Tol con traje o Laura Caldarola con shorts, más allá de la pisada perfecta, su tira de piel mullida como una nube y como las sandalias que llevan las japonesas es francamente lo más. Disponible en cuatro colores, a cada cual más apetecible, Anita es la inversión del verano y la opción más cómoda y en tendencia para todos tus looks.
© Cortesía Pedro García
Sandalia Anita, de Pedro García. COMPRAR
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