El picoteo entre horas es uno de los grandes males del primer mundo. La ansiedad o el aburrimiento suelen ser los motivos más comunes por los que vamos a la cocina cada dos por tres. Y es que cuando el diablo no sabe qué hacer, mata moscas con el rabo o lo que es lo mismo: como tu cerebro se aburre, exige gratificaciones y placer inmediato a través de la comida.
Porque esa es otra. Relacionado con el placer, no solemos picotear brócoli; nos tiramos de cabeza a los hidratos (que si bien son imprescindibles en toda dieta equilibrada y sana, son peligrosos si se ingieren en exceso) y, sobre todo, al azúcar. Relacionado con esta ingesta de azúcar, el 57% de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad causan más muertes que la desnutrición, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Por ello, mantener unos hábitos saludables que combinen una dieta sana y actividad física es fundamental.
¿Y qué tiene que ver esto con el picoteo? TODO, porque si seguimos las recomendación de la OMS de hacer cinco comidas al día, reducimos considerablemente las ganas de picar entre horas. Y por eso es súper importante recuperar la merienda.
Vuelve a merendar
¿Recuerdas la rabia que te daba cuando eras pequeña y tenías que dejar de jugar con tus amigas un rato porque te tocaba merendar? La mayoría de las veces merendábamos mientras hacíamos los deberes, con un bocadillo, una fruta o vaso de leche con galletas al lado. Esta comida a media tarde nos mantenía saciados y con energía hasta la cena. Y lo mismo le pasa a los adultos que meriendan.
Ojo, no te vamos a pedir que vuelvas al pan con chocolate o los sándwiches de Nocilla, así que no hagas una fiesta todavía. Pero las opciones que te proponemos están también deliciosas y son muchísimo más sanas.
El bagel súper sano
Si has estado en Nueva York, seguro que sabes lo que es un bagel. Se trata de un tipo de sándwich, cuyo pan es redondo, con la corteza de fuera más crujiente y con un agujero en el centro. Lo que hace que este pan esté tan bueno es que la masa suele sazonarse con ajo, cebolla u otras especias y suelen ir bien con cualquier cosa que le quieras poner.
Para hacer nuestros bagels súper saludables, vamos a hacerlos nosotras mismas y para ello, nada como la receta de Marta y Jorge de 2 Be Fit. Como ellos explican en su post de Instagram donde comparte esta receta, son súper fáciles de preparar porque solo necesitas dos ingredientes: harina de espelta y yogurt 0%.
A la hora de rellenarlos, escoge combinaciones saludables como el de tomate, queso fresco y orégano, huevos revueltos o aguacate.
Para las locas del aguacate
Que el aguacate es saciante y súper sano es algo que todas sabemos, además de ayudarnos a tener el pelo y la piel más bonitos. Por eso no es ninguna tontería convertirlo en el ingrediente principal de tus meriendas, como en esta propuesta de Marta Martínez, autora del blog Mi Dieta Vegana y del libro Guía para el vegano (im)perfecto. Aunque ella también apuesta por el bagel en este caso, puedes cambiar el pan, pero la combinación de cebolla encurtida con aguacate es deliciosa.
De paté: reinventado y vegano
Los bocadillos y sándwiches de paté eran súper populares tanto a la hora del recreo como en el parque a media tarde. Pero desde Nutricionistas Veganos nos proponen una alternativa mucho más saludable y vegana, que te va a ayudar a no tener hambre en toda la tarde ya que el rico en proteínas. Se trata de este paté proteico de tomate seco.
INGREDIENTES:
2 puñados de almendras (50g)
1 puñado de nueces (25g)
1/2 vaso de leche de soja sin azúcar (125ml)
1/2 bloque de tofu (125g)
6-10 trozos de tomate seco 2cs de levadura nutricional
Un poco de sal ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
PREPARACIÓN: “Batir muy bien los frutos secos con la leche de soja. Añadir el resto de ingredientes y batir hasta que todo quede bien mezclado. Se recomienda poner en la nevera 1-2h para conseguir mejores resultados con la textura. Al servir se puede espolvorear con un poco de copos de chili coreano o con la especia o hierba aromática que más os guste. También se puede acompañar de hoja verde como, por ejemplo, la rúcula.”
Y a disfrutar de la merienda como lo hacías de pequeña, amiga.
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