Berlín, invierno. Kyle (Jodie Foster), ingeniera diseñadora de aviones, sufre la pérdida irreparable de su marido, David (John Benjamin Hickey), que acaba de fallecer en un accidente doméstico. Kyle y su hija Julia (Marlene Lawston), traumatizada por la muerte del padre, emprenden un viaje desde Berlín hasta Nueva York en un avión ultramoderno que transporta el cadáver de David, al que desean enterrar en Long Island.
Durante el vuelo, Kyle se duerme durante un largo rato y, al despertar, su hija no está junto a ella. Intrigada y nerviosa, recorre los pasillos sin encontrarla. Kyle intenta convencer al capitán (Sean Bean) y a un agente federal (Peter Sarsgaard), que vela por la seguridad a bordo, de que la tripulación busque a la niña. Se abre entonces una tensa espera, durante la cual la tripulación revisa la nave. Pero llega a la cabina una perturbadora noticia: la niña no consta como pasajera.
El liderazgo de Jodie Foster
Después de estrenarse con dos películas de producción alemana, Tatuaje (2002) y Las joyas de la familia (2003), Robert Schwentke llevó a la gran pantalla Plan de vuelo: Desaparecida. Años después, el realizador germano alcanzaría mayor repercusión al encargarse de la segunda y tercera entrega de La serie Divergente: Insurgente (2015) y Leal (2015).
La gran protagonista de Plan de vuelo: Desaparecida es Jodie Foster. La doblemente oscarizada como Mejor actriz, por sus interpretaciones en Acusados (1988) y El silencio de los corderos (1991), lleva todo el peso de la trama del largometraje. Además, entre los miembros del reparto también hay que destacar la labor de la pequeña Marlene Lawston, que se estrenaba en el cine con este papel.
Flightplan. EE.UU., 2005. Thriller. 93 min. Dir.: Robert Schwentke. Int.: Jodie Foster, Peter Sarsgaard, Sean Bean, Erika Christensen, Marlene Lawston, Kate Beahan, Michael Irby, Assaf Cohen, Greta Scacchi, Matt Bomer.
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