Intensa actividad de los Reyes en una semana de luto oficial y de desescalada paulatina. Con mucho ánimo por recuperar esa nueva normalidad, me mantengo pegada a la agenda de Casa Real de forma telemática. Los Monarcas intensifican salidas y actos presenciales. No paran.
El miércoles 3 por la mañana visitaron la Sociedad Agraria de Transformación Vega de San Martín, en la Comunidad de Madrid. Con su visita, los Monarcas volvían a dar valor al sector primario, que durante las semanas de emergencia sanitaria se convirtió en un bastión básico para garantizar el abastecimiento de alimentos a los hogares españoles.
En su reconocimiento al trabajo de los productores, don Felipe y doña Letizia hicieron un recorrido por todas las instalaciones, junto a los responsables de esta empresa familiar, Eva Esteban, Iván Esteban y Francisco Esteban. Visitaron los recintos de cría de cabras de raza murciano-granadina, donde se les da alimento y se practica el ordeño, respetando las garantías de bienestar animal. También pasaron por la zona de quesería, las tierras de cultivo, los almacenes de grano, de maíz, de soja y los establos.Iban sonrientes y muy cercanos.
Durante la visita, los Reyes accedieron a la zona de viviendas, donde residen las personas trabajadoras de la explotación ganadera. Al ver a unas niñas mellizas, la Reina, muy cariñosa, abrió sus brazos como gesto de abrazo sin contacto: “¡Qué pena no poder daros un beso y un abrazo”, le dijo espontánea a las pequeñas. Doña Letizia escogió un look muy básico a base de top de cuadros XXL de Hugo Boss y zapatillas negras.
El día anterior, el 2 de junio, la cita estaba en Zarzuela. Una audiencia de los Reyes con jóvenes emprendedores del sector tecnológico y social.
Tras esta terrible pandemia, toca reconstruir. Presente y futuro. Tenemos tanto que reconstruir, que escuchar a jóvenes hablar de motivación y de ilusiones me parece que no puede ser más inspirador. Los Reyes dieron voz a estos jóvenes en el Palacio de la Zarzuela. Porque es precisamente gracias a estas reuniones, que estos innovadores prescriptores, cada uno en su campo, tienen la oportunidad de dar a conocer sus capacidades transformadoras. Y hablaron con optimismo, compartiendo su recorrido profesional y sus experiencias en el sector tecnológico y social, en South Summit y en Ashoka.
Felipe VI recordó a los jóvenes que desempeñan “un papel muy importante” en estos momentos “de impulso, de dinamización, de crear una actitud ante el futuro, ante el reto y ante las oportunidades”. La Reina también aplaudió el emprendimiento de estos jóvenes: “Sois una voz muy potente y una voz de referencia en ese ecosistema de innovación”; y añadió: “Estamos muy agradecidos y es un privilegio para nosotros que estéis aquí y que podamos poner en valor todo lo que estáis haciendo y fomento del pensamiento crítico”.
Esta audiencia en Zarzuela, que repite el formato del diálogo abierto que vimos días atrás, ponía el foco en los jóvenes, en su fuerza y en su capacidad de innovar a través del conocimiento. Una acción que, en palabras de don Felipe, “desde la Corona nos importa muchísimo”. Los jóvenes hablaron de muchas cosas positivas. Me quedo con dos claves: con la idea de activar la empatía; y con el concepto innovador “ganas y canas”. O sea, unir el atrevimiento utópico y la energía de los jóvenes con la experiencia vital de los adultos.
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