Han pasado tres semanas. 21 días. Álex Lequio, el único hijo de Ana Obregón, fallecía el pasado 13 de mayo después de dos años de dura lucha contra un cáncer ante el que nunca perdió la sonrisa, perque le hizo perder la batalla de su vida. Tres semanas en las que la actriz ha tenido que refugiarse en un reducido círculo familiar y de amistades que hacen lo posible por conseguir que recupera la más mínima de las fuerzas para continuar adelante.
Los hermanos García Obregón han sido siempre un clan con unos fuertes lazos. Dispuestos a socorrer los unos a los otros. No iba a ser diferente ahora. Amalia, una de las hermanas de Ana, ya dejó claro que estaban para que se apoyara en ellos en ese intento por tomar el oxígeno que necesite para salir a flote. Y para ir recuperándose y poder ir organizando ese funeral que quiere hacer en memoria de Álex.
Que encuentra huecos en los que el dolor da una pequeña tregua quedó evidenciado este fin de semana, con esa carta pública a su hijo publicada en redes sociales. Un pequeño oasis en medio de ese calvario que se ha ido a pasar a casa, precisamente, de Amalia. Un lugar donde hay muchos menos recuerdos de Álex que las cuatro paredes de su hogar que, de momento, se le hace complicado pisar.
Hasta allí se han desplazado, casi a diario, dos de sus otros puntos de apoyo. Alessandro Lequiocomparte el sufimiento de Ana. Ambos han perdido lo mismo. Y han sido capaces de dejar atrás lo que haya pasado en tiempos que ahora no importan, porque así siempre lo quiso su hijo. María Palacios, la actual mujer del italiano, le acompaña en muchas de esas visitas a Ana.
Entre el círculo de amistades, hay dos nombres masculinos que emergen con fuerza. Uno de ellos es Ramón García. Su relación se forjó delante de las cámaras de TVE en los años 90. Hasta la fecha. El presentador revelaba hace un par de días cuánto de dura fue esa llamada a su amiga el mismo día de perder a su hijo. Cómo los primeros 20 minutos fueron de silencio y llanto.
Una amargura en la que también le ha acompañado Ra, su amigo del alma. Ese que publicó uno de los mensajes más bonitos de todos los que se han hecho públicos para demostrarle a una de las figuras más importantes del ‘star system’ nacional que no está sola. Que tiene un buen batallón de hombros sobre los que reconstruirse tras el derrumbe que supone perder un bien tan preciado como es un hijo.
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