El ritual de la mascarilla es algo que hacemos como mucho una o dos veces por semana, sean del tipo que sean, tanto esa que repetimos cada semana como la otra en formato tisú, venida de la cosmética coreana, que es de un solo uso. Pero estas últimas pueden dar mucho más de sí de lo que pensamos. Y es que, su uso no debería estar limitado solo a una vez por semana.
Así es como ahora empieza a utilizarse en Seúl, donde muchos de los especialistas en la piel están recomendando su uso diario. Y es que, aunque pueda creerse que esto es demasiado para la piel pudiendo llegar a irritarla y a crear heridas en ella, ocurre justo lo contrario.
Beneficios de usar una mascarilla diaria
El principal beneficio es el mismo que al usar la mascarilla una o dos veces por semana: la hidratación de la piel. Pero esta es mucho mayor, por lo que la piel se regenerará mejor y estará más jugosa y tersa. Además, esta hidratación mayor hace que se asimilen mejor los nutrientes de los tratamientos posteriores y de la propia mascarilla, que también aportará un extra de nutrición en ese sentido. Como resultado, la piel estará mucho más suave y de apariencia más joven, pues una correcta hidratación palia la aparición de las arrugas.
Al súper hidratar la piel con la mascarilla podrás prescindir de la crema hidratante. Por eso, es una técnica mucho mejor para las pieles más sensibles, que se irritan con los ingredientes más concentrados en las cremas y con mayor variedad de ellos, además tienen menos conservantes, ya que son de un solo uso.
Por su parte, en las pieles normales y mixtas en las que a veces aparece algún granito, el uso de la mascarilla diaria también ayuda a mantenerlos a raya, reduciendo su aparición y la de la grasa que los causa, equilibrándola.
Cuándo no hacerlo
No todas las mascarillas valen. Solamente se podrán utilizar las que sean hidratantes y contengan ingredientes nutritivos. Es decir, las que contengan ácidos como el glicólico y otros para peeling químico solo se deben usar una vez a la semana, ya que son demasiado agresivas para la piel.
Por otro lado, aunque las mascarillas ayudan a controlar el acné, en las pieles con tendencia a ellas este se ha comprobado que puede empeorar. Y es que, las pieles con acné suelen ser pieles grasas por lo que necesitan que la hidratación equilibre ese exceso de sebo. Si la hidratación es mayor puede que lo que ocurra es que se obstruyan los poros, ya que para estas pieles se recomiendan cremas sin grasas ni aceites, de base acuosa, y además notemos la piel más brillante por lo que tendamos a limpiarla más y de nuevo generar una sobreproducción de grasa por la falta de lubricación de la piel que antes ya habíamos conseguid. Es decir, se empeora el círculo vicioso del acné.
No lo hagas si tienes alguna alergia en la piel o eccema, ya que puede empeorar la situación.
Fuente: Leer Artículo Completo