El estado de salud de Boris Jonhson, días después de anunciar que había dado positivo en el test del coronavirus, fue empeorando hasta el punto de tener que tomarse la precaución de ingresarle en la UCI unos días. El primer ministro británico no lo pasó nada bien y, ahora, quiere tener un detalle con dos de esos facultativos que le atendieron y con el que se asegura no olvidarles en la vida.
Boris y su pareja, Carrie Symonds, se convirtieron en padres de su primer hijo el pasado miércoles y han decidido que, el tercer nombre del bebé sea el mismo que el de dos de los médicos que se encargaron del tratamiento del mandatario británico durante su internamiento hospitalario.
Han sido ellos mismos quienes, tras agradecer al personal del hospital de Londres donde nacía el niño, desvelaban que se llamará Wilfred Lawrie Nicholas. Los dos primeros nombres son los de los abuelos de los padres de la criatura, pero han añadido ese Nicholas como homenaje a todo el personal que trabaja frenando la pandemia en general, y más particularmente a dos de los médicos que atendieron a Johnson en el hospital St Thomas: Nick Price y Nick Hart.
Horas después de ser padre, Johnson reaparecía en el Parlamento. Ante la complicada situación que atravesamos a nivel mundial, ha tomado la determinación de renunciar a su baja de paternidad. Ya fue muy criticado hace semanas cuando menospreció la gravedad del panorama sanitario y no parece estar dispuesto a correr el mismo riesgo ahora.
Mucho menos en un año en el que, además de ser padre junto a la que se ha convertido en la ‘primera novia’ de Downing Street, tiene pensado en formalizar la relación vía boda. Puede que, aunque no se pueda realizar una celebración por todo lo alto, sí hagan los trámites pertinentes. Pero aún no se han pronunciado al respecto.
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