Durante la Guerra Civil, muchos niños quedaron huérfanos. Algunos fueron acogidos por familiares, pero otros tuvieron que ingresar en orfanatos. Éste es el caso de Carlos (Fernando Tielve), un niño de 8 años que entró a formar parte del tenebroso Hospicio de Santa Lucía, donde van a parar los huérfanos de militares, políticos republicanos y otras víctimas. La situación allí no es nada fácil.
Además, la relación del pequeño con los tres únicos adultos que viven allí resulta también complicada. Carmen (Marisa Paredes), la directora, acaba de enviudar y ha perdido una pierna. Mantiene una tensa relación con el profesor Casares (Federico Luppi) y una aventura secreta con el atractivo y cruel Jacinto (Eduardo Noriega), el portero. Pero todo se complica cuando el fantasma de un antiguo interno se aparece ante el asustado Carlos reclamando venganza por su muerte.
Los inicios de Guillermo del Toro
Después de iniciarse como director de largometrajes con Cronos (1993) y Mimic (1997), Guillermo del Toro sumó su tercer proyecto con El espinazo del diablo, una coproducción de España y México. En esta película de miedo, además de dirigir, el realizador mexicano participó en la elaboración del guion junto a Antonio Trashorras y David Muñoz.
Eduardo Noriega, Marisa Paredes y el argentino Federico Luppi lideraron el reparto de esta historia de terror que fue nominada a dos premios Goya, en las categorías de Mejor vestuario y Mejores efectos visuales. Entre los miembros del elenco también destacó la presencia del pequeño Fernando Tielve, que de esta forma se estrenó como actor en el cine.
Esp.-Méx., 2001. Terror. 106 min. Dir.: Guillermo del Toro. Int.: Marisa Paredes, Eduardo Noriega, Federico Luppi, Fernando Tielve, Íñigo Garcés, Irene Visedo, Francisco Maestre, José Manuel Lorenzo, Junio Valverde.
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